El Proyecto Darién es probablemente la tentativa colonial escocesa más conocida, siendo igualmente la más desastrosa.


En 1695 el Reino de Escocia habia fletado a la Compañía de Escocia en un intento por reforzar sus limitadas finanzas para  unirse a los otros imperios comerciales importantes del mundo en África y las Indias. William Paterson, un exitoso empresario escocés que había sido uno de los fundadores del Banco de Inglaterra, estableció  que sus inversores podían dominar el comercio de Asia oriental mediante el establecimiento de una colonia en el Istmo de Panamá, transportando mercancías por tierra desde la costa del Pacífico hasta el Atlántico para que los buques evitaran el largo y traicionero viaje por Sudamérica. El plan, que había sido vendido sin éxito al gobierno Inglés en Jaime II, se conoce como el Plan de Darién.
Los inversores dieron £ 400.000 a la Compañia, y los primeros barcos a vela salieron en 1696, llegando a la Bahía de Darién, en noviembre de ese mismo año, donde se inició la construcción de la colonia de Nueva Caledonia.
 Fueron 2.500 colonos escoceses, distribuidos entre dos expediciones distintas, los que partieron para fundar la colonia en Darién, en el istmo de Panamá. Dichos colonos eran antiguos soldados, marinos, así como los hijos segundones de la elite escocesa, que recibieron cada uno entre 50 y 150 acres de tierra. Sin embargo, las dificultades de la vida en América Central era algo que no habia sido investigado. La propia esposa de William Paterson, se murio antes de la llegada de los colonos, y a los  7 meses cientos de colonos habian muerto de hambre, la peste y las escaramuzas con los españoles, que consideraban Nueva Caledonia como parte de su colonia de Nueva Granada. Los suministros se limitaban a las que las colonias inglesas habían recibido la orden para ayudar a los escoceses por temor de enojar a los españoles.

Después de una segunda expedición que había zarpado, sin saber de la situación real de Darien, la colonia fue abandonada, sólo un solo buque regresaba de la catástrofe.
Las perdidas de Escocia en esta aventura ascendieron a 40.000 libras esterlinas, se estima que suponían entre un cuarto y un tercio de la riqueza escocesa.

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